Si quieres disfrutar de buenas playas y un privilegiado entorno natural a orillas del Mediterráneo y con el majestuoso Peñón de Ifach como su emblema principal, tu destino es Calpe.
Actualmente la disfrutamos como una pequeña ciudad de vacaciones llena de servicios, pero también esconde la historia de un asentamiento cultural que existió muchos años antes de Cristo. El Peñón de Ifach ha actuado como un imán para atraer a las diferentes civilizaciones que encontraron en la situación estratégica de Calpe un lugar verdaderamente valioso, especialmente los fenicios, gracias a sus rutas comerciales del Mediterráneo. Fueron ellos los encargados de construir los Baños de la Reina, antigua piscifactoría con más de 2000 años de antigüedad. A su alrededor, se levantaron una noria de agua que abastecía al complejo y un conjunto de termas que se conocen como las Termas de la Muntanyeta.
Ciudad tranquila, Calpe es un destino que ofrece unas playas limpias y cuidadas, museos y plazas; Una ciudad abierta a las familias, con actividades y visitas guiadas para que disfrutar todo el año.
Como otras localidades costeras de la provincia, Calpe cuenta con un interesante casco antiguo, que creció asomado al mar y en el que aún se conservan bonitas casas de colores y callejuelas reviradas. Miraremos hacia el pasado dando un salto atrás en la historia, en los años en que Calpe fue una medina árabe en plena invasión musulmana.
Como no podía ser de otra forma, no podíamos dejar de hablar de las playas y calas de Calpe, que son, además, algunas de las más impresionantes de la costa alicantina. Con una línea de costa de 13 kilómetros, Calpe nos ofrece playas y calas con aguas cristalinas y tranquilas, en las que podremos disfrutar del baño, de los deportes náuticos y del buceo.
Calpe es multicultural y prueba de ello son la variedad de restaurantes que nos acercan la gastronomía entre otras de la cocina alemana, americana, austríaca, belga, oriental, griega, hindú, inglesa, italiana o suiza.